El expresident fugado a Bélgica empieza a mostrar preocupantes signos de paranoia. Está convencido de que el "malvado" estado español quiere atentar contra su vida. Eso se desprende de los testimonios de algunos agentes asignados a su protección, según publica Salvador Sostres en el diario ABC.
Al parecer, Puigdemont ha hecho a sus guardaespaldas probar los alimentos con los que sus admiradores le han obsequiado, y agentes encargados de su seguridad han desvelado que los comentarios de que Puigdemont ha engordado se deben a que últimamente el expresident huido no sale de la casa de Waterloo sin portar un chaleco antibalas, algo que está haciendo que su círculo más inmediato se refiera al palacete como la "Maniac Mansion".
La conjunción de esta desmedida paranoia con las salidas de tono de su lugarteniente Quim Torra, está haciendo que en la práctica, una parte notable del PDECAT se sienta incómoda con sus dirigentes y busquen posiciones más posibilistas, así como que candidatos como Elsa Artadi busquen refugio huyendo del ámbito autonómico y refugiándose en el municipal.
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