Se ve que el inglés también les molesta.

El sectarismo y la exclusión no conocen límites.  No contentos con excluir el castellano, los independentistas del pequeño municipio de Torrelameu (Lérida) la emprenden también contra el inglés, ya que el alcalde de Esquerra Republicana ha sustituido las señales de STOP por otras en las que reza "PAREU", lo que no solo constituye un delito grave contra la seguridad vial, sino que puede provocar accidentes de tráfico.

Pocas iniciativas independentistas muestran tan a las claras el caracter excluyente de este movimiento que aboga por la implantación de una lengua única.  Hasta ahora el inglés era utilizado por el independentismo en muchos ámbitos como alternativa al español al utilizar una lengua de mayor difusión, pero ahora, los sectores del independentismo próximos a las tesis monolingüistas del grupo Koiné se quitan la máscara y defienden a capa y espada la expulsión de cualquier lengua diferente del catalán.