A estas alturas no es noticia que España se mantenga en la parte alta de la tabla en todos los análisis de democracia del mundo, pero dado el trabajo invertido por las acciones diplomáticas del nacionalismo catalán para ofrecer el mensaje contrario es conveniente reseñar el escaso daño que parecen producir estas acciones a la reputación de nuestro país.
Y es que los organismos que miden los niveles de democracia no lo hacen en base a los mensajes políticos ni a las cabeceras de los periódicos, sino a datos objetivos como las garantías legales y jurídicas o el nivel de libertad en cada país, y tal y como expresa el informe "centenares de factores" que ayudan a conformar un retrato fidedigno de la calidad democrática de un país.
El informe V-DEM, que clasifica las democracias liberales, también compara los datos de 2018 con los de una década antes, mostrando si un país se ha vuelto más democrático (caso de Túnez) o más autoritario (como Estados Unidos). En la parte superior de la tabla, desde España hasta el principio, todos los paises analizados muestran una democracia estable, destacando el caso de Corea del Sur, que ha experimentado una notable mejora que la sitúa entre los paises más democráticos del mundo.
Puede consultarse aquí el informe completo (en inglés): https://www.v-dem.net/media/filer_public/99/de/99dedd73-f8bc-484c-8b91-44ba601b6e6b/v-dem_democracy_report_2019.pdf
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