Desde el inicio de la campaña para las elecciones municipales y europeas, los grupos independentistas autodenominados "Antifascistas" no descansan en sus acciones para restringir la libertad de expresión de todas aquellas fuerzas que no sean independentistas.

Sus ataques más sistemáticos son hacia la formación VOX, a la que califican de fascista.  Estas acciones, perfectamente coordinadas, persiguen cada carpa o stand de la formación verde, que rodean y aislan, impidiendo su libertad de expresión, mientras increpan e intimidan a sus ocupantes y les arrojan objetos.  Aunque la formación VOX puede encuadrarse en la extrema derecha, lo cierto es que las acciones totalitarias y de negación de los derechos civiles más básicos son las que llevan a cabo estos grupos vinculados al independentismo, como Arràn o los CDR, que en muchos casos comparten integrantes.

Así pués, las armas actuales de la antaño "Gent de pau" (gente de paz) incluyen las amenazas, la intimidación (muñecos ahorcados), ataques a la libertad de expresión, boicot a manifestaciones pacíficas (como la de la libertad lingüística), sabotajes de infraestructuras o violencia callejera.  Acciones que llevan a cabo indistintamente sobre las carpas y sedes de Ciudadanos, PSC, PP o VOX, y que cuestionan seriamente la denominación de "antifascista" de estos grupos radicales.

Si en cualquier época del año estas acciones son reprobables (a parte de manifiestamente ilegales) su gravedad se multiplica en esta época preelectoral, pues de hecho niegan el derecho a expresarse a todas aquellas fuerzas políticas que no sean secesionistas, lo que supone en la práctica la negación sistemática de la democracia.