La locura por la lengua única en su apogeo: Hay que insultar en catalán

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El ayuntamiento de Valls enseña a sus jóvenes a insultar en la lengua del régimen         
Voces Layetanas
José A. Ruiz 30/11/2020 2530

Si alguien pensaba que lo había visto todo en la lucha nacionalista por la supremacía de la Llengua única que vuelva a pensarlo, porque esta vez se han superado.

Los que Catalanes no nacionalistas (o como dicen los nacionalistas: Españoles que viven en Cataluña) estamos curados de espanto.  Ya nos hemos acostumbrado a ver carteles en colegios, librerías y jugueterías, dirigiéndose a los infantes con la frase "I tú, No jugas en català? (Y tú, ¿No juegas en catalán?).  Y hemos padecido una rotulación monolingüe que en algunos municipios no representa ni al 25% de la población, privándonos de la riqueza cultural de un bilingüismo que los catalanes disfrutamos desde hace quinientos años, e incluso algunos gurús de cuarto de hora nos han enseñado a "f..llar" en catalán.  ¿Qué queda por hacer?

Pues algo tan edificante como insultar.  Y la culpa es de TV3, tantos años poniendo programas y series en los que los catalanoparlantes son todos de clase alta, solventes y bienhablados, mientras que los castellanoparlantes son pobres iletrados condenados a la miseria o gente de bién cuyos hijos ya se están adaptando al renunciar a la lengua de Cervantes.  Así es natural que todas las expresiones soeces se profieran en castellano.

Y no voy a negar que el catalán tiene unos insultos bien trempats, que decirle a cualquiera carallot (carajote), somiatruites (sueñatortillas o sueñatruchas, como prefieran) o "ves-te'n a pastar fang" (ve a pastar fango) no tienen un je ne se quois, un bouquet que emparenta tales descalificativos con los de los franceses (su merde parece que incluso huele mejor que nuestra mierda patria).

Pero de ahí a que el consistorio lleve a cabo una campaña para enseñar a los jóvenes a insultar (porque eso es lo que está haciendo el ayuntamiento de Valls), pues roza lo absurdo, aunque sabiendo que está bajo la batuta del partido de Puigdemont (que piensa que los catalanes "hemos de expulsar a los invasores") y Torra (que considera a los españoles "bestias con forma humana que beben odio"), pues ya no extraña tanto.  Para eso pagamos a nuestros ediles, claro que sí, para que enseñen a sus retoños cupaires que cuando quemen un contenedor o empujen a una discrepante no usen expresiones como pava o pringao, sino figa flor o matat.

Si me lo permiten yo voy a tomar nota de esta riqueza cultural, que en modo alguno se ha de desdeñar, pero en ningún caso voy a dejar de pensar que los cabezas pensantes (de haberlos) del ayuntamiento de Valls, además de ser uns matats, son unos cenutrios de cuidado, unos cantamañanas de medio pelo, unos jetas y "uns carallots", que para eso soy bilingüe.  ¡Qué bonito es insultar con un léxico amplio!  Lo que ya no es tan bonito es dedicar en estos tiempos el dinero del contribuyente a esas memeces.

Además, ni siquiera son originales.  ¿Imponer una lengua única?  Eso ya lo hizo Franco.  Y al igual que él, fracasarán.

                   

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