La investidura de Pedro Sanchez podría fracasar solo con que un voto cambie de sentido, y eso ha llevado Bildu a posicionarse a favor del aún presidente en funciones.  El apoyo del partido de Otegui se concretó en un comunicado efectuado ayer en el que afirmaron que ante la posibilidad de que algún diputado socialista o de otro partido pudiese cambiar de opinión la formación independentista podría votar SI a Sánchez.  Un apoyo sin precedentes por parte de una formación que se nutre de ex-miembros de ETA y que no condena el terrorismo (Otegui tan solo pedía disculpas por si habían causado más dolor "del que tenían derecho a causar").  El objetivo de Bildu es el mismo que el de la extinta formación terrorista: lograr la secesión del País Vasco y Navarra.

Y a última hora Esquerra Republicana ha dejado caer que podría hacer lo mismo:  Apoyarán explícitamente a Pedro Sánchez a cambio de una consulta solo en Cataluña.

La sesión plenaria de ayer fué cuanto menos crispada, con las formaciones constitucionalistas pidiendo "dignidad" a los parlamentarios socialistas y con la portavoz de Bildu calificando al Rey Felipe VI de "autoritario", en una serie de descalificaciones al monarca ante las que ni Sánchez ni el resto de socialistas respondió, encuadrándolas en la "libertad de expresión".  Entre tanto en la calle se sucedían manifestaciones contra los pactos de Sánchez con Esquerra bajo lemas como "con Esquerra No".

La formación nacionalista catalana, por su parte, mantiene su posición pese a las críticas de Puigdemont, ya eurodiputado, que se encuentra en una posición muy incómoda, ya que se le acaban las excusas para criticar por "flojo" un acuerdo que incluso Bildu apoya. Los nacionalistas de ERC justifican su apoyo a Pedro Sanchez con el argumento de que el pacto con los socialistas hará posible una consulta en la que solo participen los catalanes, e insisten en que su meta sigue siendo la "autodeterminación".

El desenlace se conocerá en pocas horas, pero lo que sí ha quedado patente es que los movimientos nacionalistas vasco y catalán confían en Pedro Sánchez como la única opción que puede hacer posible la secesión de sus respectivos territorios.  El apoyo de Sanchez a los razonamientos nacionalistas es inédito en un presidente español, por lo que no dejarán pasar esta oportunidad de cumplir los objetivos que una vez defendieron mediante medios no democráticos.